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A lo largo de estos casi 33 años de nuestra Asociación, las familias que nos acompañan nos hacen llegar cálidas palabras de agradecimiento que nos colman de emoción y renuevan nuestro entusiasmo en la tarea.

En tiempos en que nos rodean situaciones de mucho dolor y preocupaciones, que las personas que acompañan a un familiar que transita una demencia se tomen un momento de su tiempo para sentarse y manifestar por escrito su sentir, es algo que nuestro equipo valora y reconoce. Realmente atesoramos estos mensajes.

Hoy compartimos algunos y en ellos nuestro profundo agradecimiento a todas las familias.

Queridos amigos de A.L.M.A.:

Hay desafíos que presenta la vida que nos dejan sin palabras, detenidos en el tiempo. En el 2008 Miguel tuvo un ACV. Ya no pudimos comunicarnos verbalmente, quedó postrado.

Luego de este primer impacto, comencé la búsqueda de herramientas para volver a encontrarnos, para comunicarnos. Yo sabía que él estaba allí, esperando que me acerque. Poco a poco descubrí que reaccionaba a mis caricias, a mi voz y a la música. Todo su afecto, sensibilidad estaban allí, al solo contacto de nuestras manos. El Amor hizo lo suyo, nos volvió a conectar.

Pasamos largas tardes tomados de la mano, escuchando música clásica, su favorita. En ocasiones, cuando ya debía retirarme, él apretaba mi mano. Mi corazón se estremecía y siempre lo llenaba de besos despidiéndome hasta el otro día.

Transcurrieron muchos años, nuestro lazo de amor siempre permaneció inalterable.

Sé que pude afrontar las angustias de este camino porque nunca estuve sola. Encontré en A.L.M.A. un lugar para crecer, comprender, entender y saber actuar. Las que ya son mis amigas de la vida, las voluntarias de A.L.M.A., estuvieron y están a mi lado. No habría podido hacer esto sin ellas.

Hoy soy una más de las voluntarias, asesorando y llevando adelante el grupo de apoyo a cónyuges. Siento la necesidad de compartir y devolver algo de lo tanto recibido.

Mi eterno agradecimiento por tanto Amor y comprensión.

No se queden solos. Si alguien que está leyendo está atravesando esta circunstancia en la vida, sepan que no están solos. Estamos aquí para cada uno de ustedes.

Con Cariño, Magda