Las relaciones entre los cónyuges cambian cuando uno de ellos se enferma.
A veces los problemas parecen insalvables porque implican tanto un cambio de roles como la necesidad de aprender nuevas tareas. Además de reconocer que el cambio de roles o papeles causa angustia, podríamos necesitar algunas sugerencias prácticas para afrontar nuevas responsabilidades.
Aprender tareas y obligaciones nuevas implica energía y esfuerzo y esto se suma al trabajo que deberíamos realizar. Además de encargarse de las tareas de la persona enferma, el darse cuenta de que se deben hacer porque él/ella ya no puede, simboliza todos los tristes cambios que están aconteciendo.
El rol que la persona enferma ha tenido durante muchos años dentro de la familia y su personalidad influirán sobre los nuevos papeles que asumirá al estar enfermo. Sin embargo, se puede hacer que conserve su posición de miembro importante de la familia. Consúltele, háblele, escúchelo, aunque sea incomprensible lo que diga: las acciones de este tipo le hacen sentir que se lo respeta. Del libro: Cuando el día tiene 36 horas de Nancy L. Mace-Peter V. Rabins
Sin embargo, este hecho de la vida puede llevarnos a transitar una experiencia enriquecedora.
Desde sus inicios A.L.M.A. visualizó las necesidades especiales de los cónyuges y su relación con el Alzheimer y abrió un espacio mensual donde reunirse y compartir experiencias para elaborar y transitar de la mejor manera esta circunstancia especial de sus vidas.
En la actualidad el Grupo de Apoyo a cónyuges se reúne en forma virtual los 2dos. y 4tos. martes del mes a las 18 hs. por la plataforma ZOOM de A.L.M.A.
Para participar enviar un mail a Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.
