Cuando se habla del entorno de una persona con deterioro cognitivo se suele hacer hincapié en quienes ocupan el rol de cuidador o cuidadora por el estrés que atraviesan. Sin embargo, hay una parte de ese entorno de la que no se habla: los nietos. Muchas veces, por ser pequeños y no poder afrontar tareas de mayor responsabilidad o complejidad y no poder tomar decisiones con respecto a la salud de sus abuelos, no son tenidos en cuenta como una parte activa de ese entorno.
Pero allí están ellos, viendo y sintiendo los cambios en sus abuelos, muchas veces sin poder hablar de ello. Y como adultos, muchas veces suponemos que no van a comprender la situación, pasando por alto que, aunque no se ponga en palabras, los niños perciben y sienten qué es lo que está sucediendo. Desde ALMA creemos que para cambiar los prejuicios que hay sobre las demencias, es muy importante fomentar una mirada humana, empática y amorosa desde la niñez. Los más pequeños necesitan un entorno que les ayude a no sentir miedo o incertidumbre, que los escuche, que los haga parte, que fomente el vínculo y que llegado el momento, los ayude a despedirse.
Por eso pensamos compartirles este cortometraje sobre un nieto que se siente “invadido” cuando su mamá trae al abuelo a vivir con ellos. Un nieto que es quien descubre cómo hacer que su abuelo sonría y se conecte con sus recuerdos. Cómo este niño pasa de ver su vida revolucionada con la llegada de su abuelo y vivirlo como una imposición hasta poder mirarlo con otros ojos. Y también, tener otras maneras de transitar la tristeza y recordarlo, llegado el momento.
Pueden ver “Napo” en este LINK
Sabemos que para iniciar conversaciones como ésta, a veces sirve tener algún recurso a mano que nos la facilite. Cuéntenos si les gustaría que les compartamos más material sobre este tema.