PREVENIR EL BURNOUT, FORTALECER LA RESILIENCIA - Disertante: Lic. Silvia Gabriela Vázquez
Agradecemos a la Lic. Vázquez por hacernos llegar su reseña del encuentro, que compartimos a continuación:
Tuve el honor de ser convocada por A.L.M.A como disertante invitada en el Café de noviembre.
Comenzamos presentándonos, escuchando con atención el nombre de cada uno, porque saber a quién tenemos al lado nos permite dar inicio a la construcción de una red en la que cada uno ayuda y es ayudado.
También hicimos alusión a los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible) y a la necesidad de lograr una verdadera inclusión de los adultos mayores en todos los ámbitos. Recordamos que nunca en la historia hubo tantas personas de 100 años -o más- como en este momento.
Sin desconocer que el fenómeno del envejecimiento poblacional acarrea numerosos cambios (sociales, epidemiológicos, económicos, etc.), en este encuentro decidimos focalizar en cómo se ve afectada la organización familiar, en especial el vínculo entre el cuidador y la persona mayor (con o sin deterioro por EA) que requiere de compañía constante. Durante el intercambio conversamos sobre los síntomas del burnout: proceso de respuesta múltiple a un estrés crónico caracterizado por cansancio físico, psíquico y emocional.
Luego de hacer un breve recorrido por cada pilar de resiliencia personal/comunitaria que podrían proteger del burnout, nos centramos en la empatía (así como el “sostén recíproco”) y la posibilidad de llevar a cabo proyectos solidarios conjuntos como un modo de mantener alejado dicho síndrome.
Finalmente, compartimos algunas imágenes de “Gente Grande” que pasó, en los últimos 13 años de encuentros de diálogo intergeneracional por la Cátedra de Responsabilidad Social UdeMM.
Antes de dar por finalizada la disertación y disfrutar las melodías que traería el coro, llevamos a cabo una actividad literaria con motivo del Día Internacional de la Palabra que se celebra este 23/11. Como cierre, los presentes fueron invitados a escribir un haiku (poema de origen japonés, sin rima, estructurado en 17 sílabas distribuidas en líneas de 5, 7 y 5 respectivamente).
Tomando palabras de cada uno decía y debía recordar -como una manera de ejercitar la memoria- resultó el siguiente haiku colectivo: "Vuelan las aves. ¿Por qué será que vuelan? ¡Vienen al café!"
En el momento musical disfrutamos de la actuación de MAMACORO, con temas populares y la armonía, entusiasmo y alegría que los caracteriza. Un hermoso final para nuestro Café con A.L.M.A.